De: Marco Chereque
Desde antes y cada día,
lo imagino.
El viento golpeaba recuerdos,
frágiles y escondidos
de dolor ajeno,
de color de hoja.
Agrietaba las calles,
y soltando mis manos
señalaba
el camino.
Ah, y las sonrisas
y los niños
y los pájaros
no eran también barridos
de ese mismo tiempo.
lejano y oscuro
de camino triste
de sabor a miedo.
Y es que era así,
lo recuerdo,
antes y siempre,
ahora y cada día.
Y aunque no eran hojas
lo que el viento reunía
es domingo y las respiro.
Ya debemos arrojar las piedras solitarias
oxidadas
y humilladas
en las bocas
de los ríos, mares y océanos.
Ya debemos apartar las flores
mojadas del cenicero
del naufragio
de la espuma.
Ya debemos....
y me agolpa también su voz incontenible:
llévenselas! , llévenselas!
que son nostalgias.
que son del viento.
Escrito por
Autodidacta, pero por Profesión Abogado. Nací en Trujillo - Perú, pero soy un sedentario cosmopolita en un mundo de Trashumantes catetos